3 de julio de 2011

Sucumbíos: Campesinos ofendidos y engañados por los isamitas

Es común encontrar en las declaraciones de los carmelitas, consolatos y diocesano de isamis, que el pueblo quiere el modelo de iglesia impuesto por Mons. López Marañón hace 40 años, pero el testimonio del propio pueblo demuestra lo contrario.

Por ejemplo, algo que mucho ha difundido el señor Víctor Gómez, periodista isamita de Radio Sucumbíos y corresponsal del diario El Universo, es que las procesiones diarias a favor del Papa y los Heraldos, es solo de la parte urbana de la población (que según los isamitas, serían los ricos) y no de los campesinos; una vez más queda demostrada la mala información y mentiras que trasmite.

Tanto los feligreses de la ciudad como del campo están saturados de los engaños y ofensas hecha por estos sacerdotes que están en rebeldía contra la Santa Sede.

La Sra. Laura Cabrera, campesina de un recinto no muy lejano de Lago Agrio, da su testimonio, que muestra como la "pastoral" de "acompañamiento" de los campesinos es una farsa. Afirma que los isamitas no celebraban Misas con la gente del campo, solo con la llegada de los sacerdotes de la congregación Heraldos del Evangelios es que se tuvo ese “privilegio”.

Los campesinos, como la casi totalidad de los feligreses de la provincia, están muy a gusto por las Misas celebradas por los Heraldos, en cambio denuncian a los sacerdotes carmelitas y diocesano de isamis (que están en rebeldía contra el Vaticano)  las indisposiciones para celebrar alguna Misa. Doña Laura, denuncia también los impedimentos que tuvo para bautizar a sus 3 hijos. Tenían que hacer tres años de trabajos en las comunidades para poder tener derecho a bautizar a un hijo.

Solo iban “pagados” afirmó enfáticamente. Aquí descubrimos una mentira más del Pinocho de isamis, el ex-carmelita Vinicio Pástor afirmó en medios de comunicación que “en isamis nunca se cobraba nada, porque es la iglesia para los pobres”, mentiras y más mentiras de los isamitas.

Otros comentarios que mucha gente hace, es que al ver que, Mons. Gonzalo López Marañón, junto con sus sacerdotes, ponían muchas dificultades para administrar algún sacramento o cualquier asistencia espiritual, los feligreses después de tanto insistir para ser atendidos y no encontrar respuesta, preferían salirse de la religión Católica y optar por alguna secta evangélica.

Misas con los campesinos, rara vez había; atención espiritual y sacramental casi no existía, solo con la llegada de los sacerdotes enviados por el Papa, es que las hubo y con frecuencia. Por esa razón Doña Laura no duda en utilizar esta expresión: “antes de la llegada de los Heraldos, estábamos como animalitos en el monte”.

Los testimonio son muchos, pero apenas para visulizar la punta del iceberg, les muesto este vídeo:


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